ANÁLISIS Y OPINIÓN
Broche de oro para enmarcar el año en que se cumplen 40 años de democracia
Por Oscar Cuartango*
Jornada interesante y tensa la del domingo 22 de octubre, en la cual la ciudadanía ejerció su derecho a elegir autoridades en forma ejemplar. Exceptuando casos aislados como el del ciudadano que fue a votar, y le permitieron hacerlo, con una motosierra en la cabeza; o el de la candidata a diputada que fue con la boleta en la mano y a la vista. Excepciones que sirven para justificar la regla de ejemplaridad con que calificamos el comicio, y digno broche de oro para enmarcar el año que se cumplen 40 años ininterrumpidos de democracia, en la elección y renovación de autoridades respetando la Constitución Nacional.
La sorpresa de los guarismos finales mostraron, a las claras, la fortaleza y el temple del candidato presidencial de Unión por la Patria que, a pesar de la mochila que implica ser Ministro de Economía de un gobierno que sobrelleva una inflación de tres dígitos, no sólo fue competitivo; sino que además, sacó el mayor número de sufragios (seis puntos largos encima del segundo) y se encamina con grandes posibilidades a ser ungido Presidente en el ballotage con el candidato libertario.
Ello fue posible gracias a las bondades del candidato presidencial, a las bondades del candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires a las de los candidatos a intendentes, como el de Capital de dicha provincia para tomar un ejemplo emblemático, el esfuerzo de la militancia y el buen criterio de la ciudadanía, que castigó a la clase política en las Paso, pero no se suicidó en las Generales y todo parece indicar y apunta a que no lo va a hacer en el ballotage.
Ahora, se enfrentarán en la instancia decisiva dos proyectos políticos. Y dos maneras de hacer política, claramente diferenciados, tal como se pudo ver tanto en la escenografía, como en la línea discursiva de los candidatos que se van a enfrentar en la misma y en la foto final.
Javier Milei con un escenario sumamente poblado, bullicioso y hasta provocativo. Sergio Massa solo, con actitud mesurada, prudente, reflexiva y con un público entusiasta pero respetuoso. En lo discursivo los dos modelos y temperamentos o personalidades en pugna.
Milei, leyendo, cuando un candidato presidencial debe estar al tanto de sus propuestas y de las problemáticas del país, convocando a destruir y terminar con el Kirchnerismo, achicar el estado, endiosando al Mercado, proponiendo acabar con las organizaciones sindicales, sociales y con los derechos de los trabajadores, con la salud y educación pública, en síntesis, como ya lo dijera otras veces, proponiendo un Darwinismo Social, donde los más fuertes económicamente (los pocos que tienen mucho) prevalezcan sobre los más débiles (los muchos que tienen poco).
Massa, improvisó fluidamente y con seguridad su línea discursiva, propiciando una integración nacional con todos los sectores políticos y sociales, convocando al diálogo para generar consenso en la implementación de políticas de estado acordadas con las grandes mayorías que no se modifiquen con cada cambio de gobierno.
Comprometiéndose a convocar para integrar sus equipos de gobierno a los sectores de la oposición y terminar con la grieta, aceptando reformas laborales acordes a las nuevas tecnologías, sin pérdida de derechos para los trabajadores, simplificación impositiva, mejorar la educación y la salud públicas, recomponer el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones con crecimiento y desarrollo de nuestras generosas posibilidades, del empleo mediante la incorporación de valor agregado a nuestros productos primarios y de esa manera adquirir superávit fiscal, parar la inflación y estabilizar la economía.
Y sobre el cierre, también vimos dos modelos distintos en los respectivos escenarios, mientras en el de La Libertad Avanza se potenciaba la presencia de dirigentes bulliciosos y provocativos y un Milei un tanto desaforado, en Unidos por la Patria, Sergio Massa hizo subir a su esposa e hijos y a Agustín Rossi con su esposa e hijos. ¡¡¡Los comentarios huelgan!!!
*Oscar Cuartango es militante peronista, conductor del Grupo Descartes y ex ministro de trabajo en provincia de Buenos Aires.