LA REGIÓN

Simape adhiere a los reclamos de las cámaras empresarias pero rechaza rebaja salarial

El gremio marítimo expresó su respaldo a las condiciones planteadas por el sector fresquero para la zafra de langostino, pero criticó duramente el pedido del sector congelador de reducir un 30% los salarios como condición para salir a pescar.

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En medio de las tensiones por el inicio de la zafra nacional de langostino, el Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) fijó posición y expresó su apoyo parcial a los reclamos del sector empresarial. El gremio respalda varios de los puntos propuestos recientemente por los armadores del sector fresquero, pero rechaza tajantemente el planteo del sector congelador que propone una reducción salarial del 30%.

Mar del Plata ha ampliado en las últimas décadas su participación en este verdadero boom generado en torno a la zafra de langostino. La actividad produce un altísimo nivel de rentabilidad que frente a las costas marplatenses las empresas no tienen con ningún otro recurso.

Dentro de la actividad hay dos grandes sectores: los fresqueros y los congeladores. En aguas nacionales, la mayoría de la flota fresquera son buques de Mar del Plata, mientras que la flota de congeladores está liderada por empresas patagónicas. En la zafra de langostino, que concentra su actividad en la Patagonia argentina, cada fresquero lleva a bordo entre 7 y 10 marineros, mientras que en los congeladores la tripulación es mayor. Considerando a los oficiales, pueden ir hasta 30 personas a bordo.

Tras una reunión celebrada esta semana con el Consejo Federal Pesquero, las cámaras empresariales del sector fresquero lanzaron una advertencia: no participarán de la zafra de langostino “si no se garantizan condiciones mínimas”. No obstante, hubo puntos de consenso, como los valores de referencia, estableciéndose que no se aceptarán precios por debajo de los registrados durante la zafra de aguas nacionales de 2024 para el langostino fresco, en un intento por evitar operaciones a pérdida que comprometan la viabilidad del sector.

El Simape se mostró a favor de este último punto para asegurar la viabilidad económica de la actividad. Además, desde el sindicato coincidieron con el pedido de que se respeten las 72 horas efectivas de pesca, sin que se contemple el tiempo de trayecto del barco como parte de la marea.

“Después de la Ley Ómnibus, este gobierno no ha sido muy afín con la pesca, por lo cual la situación es compleja. Ahora con la zafra de langostino el sector fresquero dice que va a respetar el convenio y habla del manejo de la crisis, y en muchos de los puntos estamos de acuerdo. Pero por otro lado, el sector congelador plantea una rebaja salarial, un pedido de la flota que viene desde hace meses, de principios de año, y dicen que si no les bajan el 30% del valor de la producción, no sacarían sus buques a navegar”, analizó el secretario general del Simape, Pablo Trueba, en diálogo con LA CAPITAL.

Las entidades empresariales –que incluyen a la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera, la Cámara de Armadores de Buques de Altura, la Capear, la Cámara del Golfo San Jorge y la Unión de Intereses Pesqueros– ratificaron en un documento su decisión de no participar de la próxima zafra si no se cumplen estas condiciones mínimas.

Sin embargo, Trueba fue contundente al referirse al planteo del sector congelador, que casi desde principios de año “viene exigiendo una rebaja del 30% en los salarios” como condición para que sus buques participen de la zafra. “Con esta postura se están aprovechando de la necesidad de trabajo. Quieren obligar a alguien que necesita trabajar a que acepte resignar gran parte de su salario, y eso no lo vamos a permitir”, advirtió.

En ese sentido cabe mencionar que la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) puso el foco en la profundización de la crisis que arrastra el sector pesquero en su conjunto y, respecto a los costos laborales, busca acordar con los sindicatos una reducción salarial cercana al 30% que implica, según la cámara, “sincerar el valor de producción”.

El gremio considera que esta propuesta “es inaceptable” y refleja una intención de transferir el peso de la crisis a los trabajadores. “Entendemos que hay dificultades, pero no se puede salir de esta situación quitándole derechos a los tripulantes”, remarcó el dirigente.

En el caso contrario, los fresqueros acordaron que la remuneración a tripulaciones deberá ajustarse estrictamente a los convenios vigentes, rechazando categóricamente las “tablas” unilaterales de liquidación por cajón.

Tensiones mediante, de cara al inicio de la zafra de langostino el Simape dejó en claro que acompañará los reclamos que busquen mejorar la rentabilidad del sector sin poner en riesgo el empleo digno ni las condiciones laborales de los trabajadores, aunque el secretario general advirtió que si se declara la zafra y los barcos no salen, “se va a tratar de un lockout patronal”.

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