Puerto: Múltiples despidos y toma de trabajadores en la planta de Apolo Fish

Luego de que en 2020 y en 2021 la planta de Apolo Fish fuera foco de un intenso conflicto por despidos de trabajadoras precarizadas, cinco años después vuelve la conflictividad, ahora por múltiples despidos de obreros del pescado registrados y en algunos casos con más de 20 años de antigüedad: ante la falta de respuesta de la patronal, tomaron la fábrica y este viernes tendrán una audiencia ante el Ministerio de Trabajo.

A las condiciones de trabajo estructurales del puerto de Mar del Plata -que marcaron, por ejemplo, el conflicto de Apolo Fish en 2021 – se suman las complicaciones actuales de la industria, con la crisis de rentabilidad que acusa el empresariado mientras buscan reducir las retribuciones salariales y reclamar al gobierno nacional mejoras impositivas.

Pero a pesar de ese contexto, al menos en Apolo Fish, los trabajadores afirman que tuvieron trabajo dentro de los niveles normales en los últimos meses, e incluso hasta hace un mes atrás llegó a estar tercerizada dentro de la planta otra cooperativa que -como suele pasar en grandes frigoríficos– cortaba pescado en el lugar sin una relación de dependencia esclarecida.

Sin embargo, en los últimos días todo tuvo un cambio, primero con una primera tanda de despidos y después con una segunda vinculada a una medida de fuerza implementada en rechazo a las desvinculaciones que, hasta el momento, fueron 7 y 6 respectivamente, pero temen que puedan llegar a más de los 40 empleados que aún trabajan en el lugar.

Según pudo saber Qué digital, inicialmente el lunes los trabajadores fueron convocados al trabajo en Vértiz y Pescadores y se encontraron con que despidieron a siete peones por negarse a hacer tareas que no les correspondían por convenio, lo que motivó una asamblea con retención de tareas en el lugar.

Soledad Juárez, delegada del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) en la planta, explicó que le pidieron a la titular de la empresa que se acerque a hablar sobre lo sucedido con la secretaria general del Sindicato, Cristina Ledesma, ante lo cual no se presentó y el siguiente paso fue formalizar un pedido de audiencia ante el Ministerio de Trabajo local que será este viernes aunque hasta el momento no pudieron notificar a nadie porque no encuentran a los responsables.

En cuanto a los dueños de la firma, este jueves desde el SOIP realizaron una protesta en la puerta de la casa de José Paredes, quien aparece como propietario de la firma aunque en paralelo los trabajadores sostienen que la misma está siendo administrada por Marcela Gutiérrez.

Sin embargo, mientras aguardaban por la mediación del Ministerio de Trabajo, se sorprendieron al recibir en las últimas horas otras seis notificaciones de despido, entre peones y envasadoras, con la medida de fuerza como principal motivo para el despido.

En la carta documento que les llegó, de manera insólita, el abogado apoderado Walter Brond cita el decreto 340/2025 cuya redacción original dictada en el 70/2023 está frenada por la Justicia pero incluso, lo hace sin indicar qué porcentaje de los servicios se garantizó, como para justificar el incumplimiento a las labores “trascendentales” que impone esa redacción, es decir, un 50%.

Incluso, en la carta documento también acusa a los trabajadores que participaron de la medida de fuerza de “agudizar la situación financiera de la empresa”. “La sociedad empieza a comprender que parando o reteniendo tareas, solo se agudizan los problemas”, escribió el abogado en la carta documento, con tono sociológico y desconociendo que por más restrictiva que sea la redacción del decreto 340/2025, no prohíbe las medidas de fuerza en sí mismas.

En paralelo, además de la denuncia por usurpación para obtener una liberación de las instalaciones, la patronal también denunció una supuesta pérdida de amoníaco en la planta que también debe ser corroborada por las autoridades. Mientras tanto, los trabajadores se mantienen en el lugar con la firme convicción de que se trata de despidos injustificados pero con incertidumbre por lo que vendrá en la planta donde, aseguran, los dueños ya estuvieron llevándose elementos y no descartan más desvinculaciones.

Fuente: Que Digital