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Persecución gremial y muerte en Coca-Cola: Dudas, acusaciones y silencio de la Federación de Aguas y Gaseosas

La justicia investiga el crimen de un trabajador de una de las embotelladoras más importantes del país, en un hecho que destapa persecuciones y aprietes sindicales.

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El trágico fallecimiento de Hugo Alberto Acevedo en la principal embotelladora de Coca-Cola en el país destapó un entramado de persecución sindical, que ahora la justicia investiga.

Acevedo fue encontrado sin vida el 8 de septiembre de 2022 por sus compañeros de trabajo en un galón de la fábrica, en la planta de Reginald Lee de Ranelagh, partido de Berazategui. Tenía dos cortes de arma blanca en la garganta.

La causa quedó en manos de la fiscal Silvia Noemí Borrone, titular de la Unidad Fiscal de Instrucción Nro. 4 de Berazategui, quien cerró de inmediato el establecimiento y ordenó las pericias a la Policía Científica.

En total, se le tomaron las declaraciones a 96 empleados, incluido el personal de segurida. Al día de hoy no existen certezas sobre la muerte de Acevedo.

La situación generó un fuerte simbronazo en el sector sindical, más precisamente en el Sindicato Unido de Trabajadores de la Industria de Aguas y Gaseosas (SUTIAGA) de La Plata y la Federación nacional de la actividad (FATAGA).

Las organizaciones optaron por el silencio y distintas versiones comenzaron a circular sobre el hecho, en medio de una disputa sindical.

Coca-Cola y SUTIAGA/FATAGA: la persecución

Ante la muerte de Acevedo, la empresa Reginald Lee denunció a uno de los dirigentes sindicales de SUTIAGA en la planta. Se trata de Raúl Atilio Ayala, secretario adjunto del sindicato, quien además de regular la actividad en la empresa con el personal cumplía la función de delegado junto a otras diez personas.

Ayala había estado con Acevedo en la fábrica un mes antes del asesinato. «El 10 de agosto de 2022, en mi función de Delegado junto a dos compañeros también delegados recorriendo la empresa estuve con el compañero Acevedo charlando, hasta que imprevistamente Acevedo se autolesiona denunciando una agresión de mi parte», relata el sindicalista.

A causa de la supuesta agresión, la empresa -con supuesta complicidad con la conducción del sindicato a cargo de Carlos Roagna– inicia un pedido de exclusión de la tutela sindical para eliminar de la representación gremial a Ayala.

Un mes después, Acevedo muere y todas las acusaciones cayeron sobre Ayala tratando de vincularlo con el fallecimiento, impidiendo además el ingreso de los delegados de fábrica con un pedido de eliminación de la tutela de todos los representantes gremiales por parte de la empresa.

Desde ese momento, Reginald Lee SA despidió a todos los trabajadores y delegados relacionados o con cercanía a Ayala. Echaron a su sobrino, los hijos de un delegado y el hermano y cuñado de otro representantes sinidical, solo por le hecho de tener un vínculo familiar. También se desligaron de operarios que compartían asados con el circulo cercano de Ayala.

La empresa limpió todo rastro que tuviera que ver con el dirigente, que ahora decidió visibilizar una historia de persecución con complicidad de la conducción de SUTIAGA La Plata y el silencio de la FATAGA.

«Yo era una piedra en el zapato»

Raúl Ayala asegura que detrás de la avanzada antisindical se encuentra el secretario general de la Seccional La Plata del SUTIAGA, Carlos Abel Roagna, aliado de Rául Álvarez, titular de la FATAGA. Argumenta que Roagna utilizó el fallecimiento de Acevedo como medio para dirimir las diferencias que existían en el seno de la propia Comisión Directiva de la delegación platense. Así arrastró en un conflicto ajeno a la relación de trabajo a la propia empleadora, haciéndola a esta última tomar partido por un determinado sector del gremio.

Para el destituido delegado, el objetivo de Roagna consiste en eliminar a quienes considera como opositores y puedan cuestionar los privilegios y negociados que mantiene con la empresa. En ese sentido, Ayala en diálogo con Diario La Primera se definió como «una piedra en el zapato» para la gestión del secretario general porque, no solo se negó en el último tiempo a realizar medidas de fuerza dentro de la empresa a nombre de él, sino que también comenzó a convertirse en un referente dentro del gremialismo de aguas y gaseosas.

«Siempre se manejó con métodos mafiosos. La decisión de enfrentarme a él fue porque me inventó una causa por haber agredido a Acevedo. Cuando ven que alguien está creciendo mucho, le quieren cortar las alas. Como veía que me llevaba bien con otras seccionales del sindicato y percibió que lo estaba superando, me cortó las alas», afirmó Ayala a La Primera.

Sin embargo, para Ayala lo que más le molestaba a Roagna es que conocía «las cosas oscuras» que el titular de SUTIAGA La Plata realizaba con la gerencia de la empresa: «El tema pasa por la plata. Está acostumbrado a cobrar por afuera de los aportes sindicales de los obreros. Él quería cobrar como seis millones de pesos por mes, una práctica que mantenía con la anterior gerencia de recursos humanos de Reginald Lee».

Ayala inició una demanda contra Reginald Lee y Coca – Cola para pedir la nulidad de los despidos y se presentó como particular damnificado en la causa por el fallecimiento de Acevedo.

Además, Roagna, el gerente de Recursos Humanos de la empresa, Braian Saja, y empleados de la firma afrontan una denuncia en la Justicia por el delito de amenazas y asociación ilícita.

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