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Paritarias bonaerenses: Las conducciones gremiales empiezan a sacar el traje de equilibrista

Se acerca agosto y las bases empiezan a pedir aumentos que corran al ritmo de la inflación. Con las orejas calientes, los referentes gremiales buscan hacer equilibrio entre los afiliados y el Poder Ejecutivo, quien mes a mes expone el incendio de las arcas.

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Con una radiografía que muestra a las claras el incendio que presentan las arcas provinciales, producto del ajuste que motoriza el gobierno de Javier Milei, los gremios bonaerenses hacen equilibrio entre las demandas de las bases y los informes estadísticos que baten mes a mes desde el gobierno de Axel Kicillof.

La cuota de confianza que vienen dejando los representantes de las y los trabajadores del territorio provincial para con el gobernador se funda, principalmente, en que Kicillof, pese al contexto de asfixia, sigue cumpliendo con el pago de los salarios, el aguinaldo, y la reapertura de paritarias.

Sobre este último punto nos detenemos, dado que los gremios estatales, docentes, médicos y judiciales empiezan a sentir la presión de los acuerdos salariales, los cuales mayoritariamente cerraron a la baja si se compara con los datos de la inflación que arrojó el INDEC. En ese camino, la consigna por la lucha del poder adquisitivo se cada más difícil.

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A pocos días de entrar al mes de agosto, las conducciones gremiales empiezan a especular con la creatividad que pueda presentar el Ejecutivo bonaerense, dado que la dinámica de la charla sobre el estado de situación de las arcas, previo a la negociación salarial ya no estaría convenciendo al conjunto trabajador.

Por estos días el planteo es claro: «Entendemos la caída de la recaudación y todo lo que ello conlleva, pero los afiliados quieren ver un aumento considerable que refleje la recuperación de los puntos que se comió la inflación», confió un referente estatal a Mundo Gremial.

Con este panorama, las líneas sindicales se ajustan el traje de equilibrista para contener a las bases y, a su vez, pedirle a la administración que elabore una oferta que contemple un aumento que corra al ritmo de la inflación. «Lo ideal sería mantener un esquema que empiece a recomponer la pérdida del poder adquisitivo, pero sabemos que eso se torna casi imposible», agregaba el sindicalista.

A modo de detalle recordó que el acuerdo paritario consistió en una suba del 6,5% (julio); el anterior marcó un incremento del 7,5% (mayo); yéndonos más al pasado vemos que la administración de Kicillof dispuso un aumento del 25% en enero; 20% en febrero; 13,5% en marzo; 9,5% en abril.

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