INTERNACIONAL
El sindicalismo internacional se comprometió a luchar contra la discriminación en el Día de los Pueblos Indígenas
La CSI insta a los Estados a ratificar y aplicar el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, junto con el Convenio 105 (trabajo forzoso) y el Convenio 190 (violencia y acoso).
El movimiento trabajador, en representación de la Confederación Sindical Internacional, se pronunció en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, confirmando su disposición para poner fin a la segregación económica de los pueblos indígenas del mundo en empleos mal pagados que infravaloran su trabajo.
En este contexto, la CSI insta a los Estados a ratificar y aplicar el Convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, junto con el Convenio 105 (trabajo forzoso) y el Convenio 190 (violencia y acoso).
La confederación hizo hincapié en el «modelo económico inclusivo»
Según la OIT, los pueblos indígenas representan aproximadamente el 6,2% de la población mundial, es decir, 476,6 millones de personas. De esta cifra, el 18,2% vive en la pobreza extrema, con menos de 1,90 USD diarios, un porcentaje que contrasta con el 6,8% en el caso de la población no indígena.
«Los pueblos indígenas tienen más probabilidades de acabar en el sector de la economía informal, donde el déficit de trabajo decente es mayor y el acceso a la protección social es limitado o inexistente. Los gobiernos tienen que trabajar para reducir estos déficits y formalizar los empleos informales con vistas a reducir los abusos relacionados con el trabajo y las violaciones de los derechos que sufren numerosos colectivos nativos marginados», sentenció el documento difundido por la CSI.
El cual también abordó la importancia una «economía inclusiva que vaya más allá del PIB y del crecimiento económico para garantizar la cobertura de las necesidades materiales de los pueblos indígenas y la reducción de tan flagrantes desigualdades».
Una transición justa que incluya a los pueblos indígenas
Aunque la mayoría de los hombres y mujeres indígenas siguen viviendo en zonas rurales, se está produciendo una creciente migración a las zonas urbanas debido a la expropiación de sus tierras y a los efectos adversos del cambio climático.
Los gobiernos que emprenden acciones para hacer frente al cambio climático con medidas de transición justa tienen la obligación de respetar y proteger los derechos de los pueblos indígenas. Estos deben ser consultados y disfrutar del derecho a participar en las decisiones que les afecten. Además, deben reconocerse, valorarse y utilizarse los conocimientos que puedan compartir para abordar los acuciantes retos medioambientales a los que se enfrenta el mundo.
Las soluciones residen en un nuevo contrato social
Incluir la voz de los trabajadores indígenas en los sindicatos es vital para la existencia de un movimiento de trabajadores próspero y contribuirá a garantizar que ningún trabajador se quede atrás. Aunque la sobrerrepresentación en el sector de la economía informal de los trabajadores indígenas y de otros grupos excluidos constituye un reto, estamos decididos a construir un movimiento sindical plenamente inclusivo. Esa es una de las claves para un nuevo contrato social que ponga la economía al servicio de la humanidad y salve a las personas y al planeta de la amenaza de destrucción.
La CSI aboga por un nuevo contrato social basado en seis reivindicaciones de los trabajadores: empleos respetuosos con el clima, con una transición justa; derechos para todos los trabajadores y las trabajadoras; justicia salarial, en particular un salario mínimo vital para todos los trabajadores; protección social universal; igualdad e inclusión.