La 112° Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT por Fernando Forio

Entre el 3 y el 14 de junio de 2024 se llevó adelante la 112 Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT en Ginebra.

La Asociación Latinoamericana de Abogados y Abogadas Laboralistas (ALAL) nuevamente estuvo acreditada como ONG con una delegación de abogados y abogadas de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Perú y Ecuador, encabezada por su presidente Matías Cremonte.

Los delegados de gobiernos, empleadores y trabajadores de los 187 Estados Miembros de la OIT abordaron una amplia gama de cuestiones, incluida la protección de los trabajadores contra los efectos del cambio climático y los peligros biológicos, la economía del cuidado y los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

En la Comisión de Aplicación de Normas se destacaron los casos presentados contra Ecuador y Guatemala por parte del Grupo de Trabajadores, así como contra Colombia y México, por parte de los Empleadores.

La representación sindical argentina, con presencia de las tres Centrales Obreras, realizó una fuerte denuncia sobre el proceso de flexibilización laboral que se está llevando adelante en Argentina, consiguiendo el apoyo unánime de la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas (CSA).

En ese sentido la ALAL en la Sesión Plenaria conferencia, llevó adelante una fuerte denuncia contra las políticas emprendidas por diferentes gobiernos para deslaborizar las relaciones laborales, haciendo eje en el particular momento que se vive en la Argentina, entendiendo que el intento de precarización laboral que se está instrumentado en nuestro país es el laboratorio experimental para trasladar estas políticas a otros países de la región y del mundo.

Es importante destacar las palabras del presidente de la ALAL, que de manera minuciosa y con datos objetivos dio por tierra los falaces argumentos esgrimidos por los empresarios y gobiernos que ofrecen recetas de flexibilización laboral como alternativas para la creación de empleo, recordando que la OIT en 2015 encargó un informe para analizar los efectos de la crisis del 2008 sobre el empleo, en el que se analizó la situación de 63 países y se constató que en ningún caso una reforma laboral regresiva creó empleo ni mejoró los indicadores sociales ni económicos, al contrario, en todos los casos empeoraron.

A la misma conclusión llegaron la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quedando demostrado que estas reformas laborales no inciden en la creación de empleo ni en el aumento de la registración, ni mucho menos de los salarios. Es exactamente al revés. En su intervención, el presidnete d ela ALAL recordó que el derecho del trabajo nació en contextos de crisis económica, y se fortaleció sobre todo con la crisis mundial de los años 30. Es decir que, si hay una emergencia en materia de empleo y de salarios, debe legislarse mayor protección, y no debilitarla.

Sin dudas que las políticas neoliberales adoptadas por diferentes gobiernos, han generado una profunda y grosera concentración de la riqueza en manos de unos pocos y en detrimento de un alto porcentaje de habitantes del mundo, que viven en situación de extrema pobreza.

Estos índices alarmantes de inequidad, han llevado a que la OIT tenga que comenzar a impartir medidas urgentes para advertir esta situación, creando la Coalición Global para la Justicia Social, siendo el mismo co-presidido por el mandatario brasileño Lula da Silva y por el Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert Houngbo.

Lula, orador principal en el Foro Inaugural de la coalición, manifestó que “Nunca la justicia social ha sido tan crucial para la humanidad, requiriéndose esencial recuperar el espíritu de la Declaración de Filadelfia, adoptada hace 80 años. En dicha Declaración consignamos que el trabajo no debe tratarse como una mercancía, sino como una fuente de dignidad. El bienestar de cada uno depende del bienestar de todos”.

En su intervención, el presidente de Brasil volvió a criticar el aumento de la concentración de la renta y a defender la tributación de las grandes fortunas manifestando que Brasil está impulsando la propuesta de gravar a los superricos en los debates del G-20, teniendo en cuenta que nunca antes el mundo tuvo tantos multimillonarios: 3.000 personas poseen casi 15 billones de dólares en patrimonio. Eso representa la suma de los PBI de Japón, Alemania, India y Reino Unido.

En síntesis, en esta 112° Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT quedó claro que los estados partes tendrán que dirigir sus conductas a modelos con mayor Justicia Social, viendo que la gran concentración de capitales en pocas personas es un problema que produce exclusión y desempleo a nivel mundial.

El autor fue miembro de la delegación de la ALAL en la 112ª OIT. Es Abogado laboralista, Asesor sindical de diferentes sindicatos de Mar del Plata y Miembro Fundador de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas de Mar del Plata.